Este joven turco ha elegido hacerse médico. Tiene vocación y es estudioso, serio. Pero para ser un buen doctor, tienes que dominar la anatomía. Que masculino, lo sabe en la punta de los dedos. Y por una buena razón: ya sabe cómo manipular su cuerpo como persona. Conoce todas las zonas erógenas, sabe cómo apoyarse donde lo hace difícil y su polla lo estimula perfectamente para extraer un jugo caliente y liberador. Un joven prometió un futuro brillante.